En la tarde mientras estudiaba para mi examen de latín con un amigo (que
adoro, por cierto [aunque a veces me desespera]), me puse a recordar el día que
me fui de casa dejándole una nota a E. diciéndole que me iba de paseo a Oaxaca,
que no se enojara y que le llamaría en cuanto llegara (estaba furioso, pero con
un "mi amorcito, no te enojes, chiquito" todo fue calma y paz); haciendo
memoria de esa aventura me llegó a la cabeza una cancioncita que desde la
primera vez que la escuché, me encantó y que no puedo sacarla de mi cabecita
loca. He aquí ese son.
"Tú pisas mi corazon ¡Ay Paulina!"
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