martes, 25 de septiembre de 2012

Piropos guarros. Parte II


Hoy que iba caminando por la calle, camino a la facultad (la mayoría de mis escritos comienzan así, verdad... se nota que no tengo vida) pasé cerca de una obra en construcción y empecé a escuchar el clásico: "tsss, tsss, mamacita, en esa cola sí me formo" y esta vez, en vez de ignorar la injuria decidí contestarle cortésmente: "Sí pendejo, esta cola es para ir a la verga"; creo que no le hizo mucha gracia... En fin, esto me inspiró para hacer la segunda parte de los piropos más guarros (revise aquí la primera entrega de lo bonito que es el lenguaje) que he escuchado, que me han dicho y que les han dicho a mis amigas y claro, amigos, por que las mujeres también podemos tener boca de cloaca…

Y comenzamos con las primeras profanaciones lingüísticas propias de un… bueno, a estas alturas ya nadie se salva de pasar por una situación así:

 - Esa de Rojo...
- Mi reina, cómo quisiera ser aceituna para estar en tu tamal… (jajaja)
- Señorita, ¿cuánto cuesta el osito que trae entre sus piernas?
- Si tus pelos fueran lija, ya tendría la lengua plana.
- Te lo mamo después de ‘miar’ y si escupo pierdo.
- Con esa pepa haz de mear champaña.
- Mamacita, quisiera ser albañil, para resanarte la rajadura.
- Me gustaría ser agua podrida para estar todo el día en tu zanja.
- Quisiera ser mosca de charco para pararme en tu caca… (Este sí me dio asco)
-Si yo fuera plomero, te destaparía el agujero.
- Qué bonitas piernas.... ¿A qué hora abren?
- Me gustaría que fueses un pollo, pa’ meterte el palo por el culo y ponerte a sudar.
- No busques más el tocador de damas: Soy yo.
- Tus ojos son como mis calzoncillos: Negros y rasgados.
- Si Dios juntó los ríos, ¿por qué no juntar tus pelos y los míos?
- Mamacita, me hago un sope con tu chorrillo.
- Mi’jita si fuera vampiro te chuparía hasta la regla.
- Si el rojo es el color de la pasión... ¡bañarme con tu menstruación!
- En esta noche tan fría, yo te ofrezco mi estufa, no tiene ni pilas ni cables, pero igualmente se enchufa.
- Nena corazón de alpaca, si no me prestas el de hacer chis, préstame el de hacer caca.
- Quisiera ser azúcar para empolvarte la rosca.
- Si eres virgen, te la meto de rodillas.
- Mamacita, dichoso el clavo que ponche esas llantitas.
 
Esa muestra de cultura popular es el "mal" que nos aqueja día a día en nuestra querida Ciudad de México y sus al rededores, a decir verdad me parece muy gracioso (obviamente si no me los dicen a mí) ... y a usted, ¿qué es lo más guarro que le han dicho? Ponga su queja.

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