domingo, 2 de septiembre de 2012

Amores de paso o ¿Qué pasó con los amores?


Aún sigo sin comprender del todo la vida amorosa de las personas que me rodean, generalmente sus relaciones no suelen durar y las que se veían consolidadas, dejaron de serlo y marcharon dentro  de un camión de basura, junto con  sus recuerdos tangibles.  No digo que tener una relación corta esté del todo mal, uno se evita penas, sufrimientos y dolores innecesarios, pero hay algo que complica las cosas sobremanera: que una de las dos personas involucradas en dicho embrollo se enamore de verdad y es cuando llegan los problemas y de los grandes. Empiezan los reclamos: Es que yo te amaba y tú me lastimaste, a lo que la contraparte puede responder: Nunca te pedí que me amaras, sólo queríamos pasarla bien juntos (este ejemplo lo he visto unas tres veces, por lo menos) y cuando esto sucede  comienza la tortura, tanto para nosotros como para el objeto de nuestro amor.
Es muy curioso que hable de este tema tan escabroso para mí, puesto que no tengo buenas experiencias en el campo. Si bien mis relaciones no son buenas y distan mucho de serlo (a consideración personal) no me “clavo” en hacerlas funcionar cuando a sabiendas que ni recorriendo el camino de Santiago funcionarían, así  ame a la otra persona con locura (que miren que se ha dado el caso); pero es algo que me da mucha curiosidad y me deja pensando mucho. Por eso me pregunto ¿Qué pasó con los amores? ¿Dónde están? Y si ya no están ¿A dónde fueron?

 

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