lunes, 3 de agosto de 2009

The New Vampirea...

Introducción

Basta mirar las oscuras calles para imaginar que no existes, mejor dicho para pensar que no eres, que solo es el reflejo de la inapropiada luz de luna que reina sobre los grandes noctámbulos, de nocturno en nocturno, minué en minué de cama en cama y de olor en olor.
Que solo los favorecidos mastines y mininos pueden percibir de aquellos que decidieron vivir bajo el horario de Cenicienta dejando espermas y condones botados en los gemido de cualquier señora disponible o cuando hay manjar de una buena adolecente aborrecente que no resiste la tentación de sexo en su menstruación por cualquier ebrio por los rumbos de Garibaldi, Balderas o enfrente de la Grande de Cathedral.

Eso es un vampiro contemporáneo, no un idiota que quiere ser inmortal sino el que ya es inmortal con sus propios actos, quien se ha liberado de la moral y de la ética, quien es capaz de seducir a una moza con palabras tiernas y cogerla bruscamente para dejarla marcada y nunca más volverla a ver. No reconoce de status sociales ni confesionales solo deja su marca y se va.
Eso es la nueva estirpe, pienso en mí más allá de la muerte, en el eterno retorno, en la caída en el tiempo desde la insurrección del primer padre Adam hasta el empirismo de Hume, los reclamos de Nietzsche, la amargura de Cioran y las locuras de Luis Ángel referente a la inmortalidad de la acción porque si bien es cierto que el Verbo nunca muere, las acciones es lo que nos asemejan al Verbo en cuanto a la existencia , para solo volver a Adam . Condenados a la repetición de nuestros actos por ¡siempre jamás!

Fray Juan Luis de Escudero
…………………………

Ruth.

Ruth Camina por las calles del centro desapercibida con unos buenos toques de mota encima y unas cuantas cervezas, esa es la vida nocturna de la ciudad de México para una adolecente despegada de todo, que no desea ser inmortal a la vieja usanza, que le importa un bledo la recompensa divina a pesar de que su cuerpo muchos lo podrían relacionar con el cielo y sus ojos zarcos celeste con su delineado negro hace una mezcla entre lo angélico y lo profano.
La boca grande, aunque ella solo conoce dos palabras clave para sí misma violencia y sobrevivencia. Sus labios gruesos aunque uno sangrado por el pleito de ayer con una pelona “nacional” Las piernas que se asoman en la minifalda de rayas blancas y negras hacen contraste con el rojo de la sangre “comunista” como toda buena antifascista, la sangre derramada para una ciudad limpia de “cabezas de cebo” a pesar de la sangre coagulada sus piernas lucen carnosas sensuales que provocan las miradas de cualquier hombre.

Las botas rojas van avanzando sobre el empedrado así como sus rodillas se encuentran en la condición del suelo que pisa. Esas botas tienen historia, no son las botas de un obrero, tampoco son las botas del escaparate de una tienda de moda para las clases medias. Son mas allá de cualquier simbolismo son “libertarias” Son las “mesías” en sustitución del tan comerciado cristianismo, es la común unión entre la “working class” y el bajo mundo. La rebeldía a la sociedad contemporánea, su moral impuesta por las instituciones, la tradición los valores de la sociedad homofóbica, interesada, hipócrita y explotadora.

Las lentes celestes prefieren ser un camino a la igualdad que al reino de los cielos; mas meditabunda que contemplativa, muchas peleas le pierden el encanto de admirar los cielos, la naturaleza a ella misma y a los chicos. La violencia, al reinar el corazón a pesar de cualquiera buena intensión termina carcomiéndolo, como la fogata que tiene enfrente un rojo radiante que consume los nervios de los automovilistas, esperando el color verde para seguir. En verde así esta ella, activando pasivamente su mente para reaccionar lento y pensar rápido, en la comunión entre el “si mismo” y el “yo”

No hay comentarios:

Publicar un comentario