Hace unos días venía pensando en la posibilidad
de arreglar mi vida con cierta persona (que quise o quiero, no lo sé) acción
por la cual estaba siendo muy feliz (sí, también lo soy, no soy tan amargada)
pero también me asaltó una duda que me estremeció desde lo más profundo de mi
alma ¿De verdad estaré haciendo lo correcto?, la verdad es que tampoco supe eso
y hasta ahora sigo sin saberlo, lo que me llevó a que en un impulso después de
una breve discusión (minúscula y de verdad patética) decidí alejarme
definitivamente de su vida, sin embargo creo que fue lo correcto ya que “me
tenía a prueba” y considero que nadie tiene derecho de hacerle eso a una
persona solo para sentir la seguridad que tanto ansía ni mucho menos para
probar su amor o su querer.
Es verdad que sigo preocupándome por él y por su
bienestar, pero me preocupo más por mí y a veces uno tiene que dejar de lado lo
que siente para recordar lo que merece, en este caso lo que merezco, y sin duda
él dista mucho de ello. Ni modo, así es la vida y no hay nada que quiera hacer
por cambiar la mía en este momento.
Había olvidado lo terapéutico que es este rollo
de escribir y de quejarse públicamente bajo la máscara del anonimato.
¡Sras. y Sres. He regresado!
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